Thursday, February 28, 2008

¿Qué queremos las mujeres?

Palabra de mujer
¿Qué queremos las mujeres?
Por Claudia Campos

Es la pregunta que se hacen a menudo muchos hombres.

Al respecto Nancy Reeves dice: “Quieren funcionar como participantes. Y que cuando se pregunte por qué quieren destruir el mundo del hombre, se responda: ellas no están tratando de entrar en el mundo del hombre, ellas sólo intentan reentrar en el mundo, el único que hay, puesto que no hay otro”.

En el espacio de lo masculino todo lo femenino está por hacerse; pero esta construcción no quiere decir supresión del otro, simplemente es hacer el camino en donde se desvanezcan los mitos. Se recupere la conciencia corporal, la autoestima y el gusto por ser mujer; se aprenda a ser independiente, se mire el mundo también con mirada femenina y no a través de binóculos y programas masculinos.

Las mujeres deben dejar de ser un simple modelo estético, que tratan todos los días de parecerse a los estereotipos publicitarios. Necesitan ser aceptadas tal como son física y psicológicamente.

Su soledad es una opción libre y no deben ser tildadas por esto como solteronas o mujeres inservibles.

La compañía y la relación con el hombre deben ser fruto de un proceso sentido y no de las presiones sociales. Dentro de este proceso de liberación se rompe con la fragilidad, la sumisión, la debilidad, el chismorreo y la envidia. Las mujeres aspiran a tener autoridad, pero no a subyugar, quieren reencontrarse con los hombres, pero también con las mujeres para intentar la solidaridad, para ayudarles a unos y otras a liberarse de los condicionamientos sociales que los oprimen.

Dentro de los nuevos enfoques y planteamientos sobre el hacer femenino, las mujeres no pueden seguir comprometidas en el juego de las súper mujeres. Las que lo hacen todo y pueden con todo. Es necesario proponer nuevos roles que faciliten la transformación familiar, pero que también permitan la expresión del amor y de la ternura y favorezcan las estructuras de cada miembro de la familia.

El derecho a no tener un hijo es parte de la responsabilidad femenina: así se limitarían los dobles mensajes que culpan a la mujer de todos los males de sus hijos, desde la enfermedad mental hasta el mal desempeño ocupacional. Se librarían de las presiones sociales que por un lado le imponen la maternidad y por el otro lado la limitan en la medida que su embarazo es obstáculo para el desempeño laboral.

Las mujeres merecen consideraciones humanas, una de ellas es el trato interpersonal respetuoso ya que día a día aumenta la violencia en especial en el espacio domestico. Las mujeres son maltratadas física y psicológicamente, son devaluadas y desmotivadas, chantajeadas. Y que‚ no decir del maltrato o el hostigamiento sexual ejercido sobre las mujeres que necesitan su trabajo para sostener a sus familias.

Es por todo esto que las mujeres buscamos la libertad, pero también la paz; ambicionamos con los hombres un mundo donde exista el amor-pasión, pero también la amistad. En la pasión se encuentra el éxtasis y en la amistad la reciprocidad, en el amor-pasión las emociones fuertes que las identifican como seres humanos y en la amistad la confianza, la serenidad, la transparencia de dos seres iguales.

En la medida en que ellas y ellos puedan acercarse y reconocer sus similitudes podrán crear metas y objetivos comunes y construir un mundo igualitario para dos seres que nacieron para amarse.

Psicóloga Clínica, especialista en Sexualidad Humana y Terapia de Pareja.
palabrademujer08@yahoo.com

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